Estaba muy inquieta en su asiento. Agitaba la pierna de arriba a abajo tratando de compensar los nervios que sentía. ¿Qué pasaba? ¿Por qué se comportaba así?
Pidió un vaso de agua al camarero pero no por sed, sino como distracción... ¿Por qué tardaba tanto?
- No va a venir -se dijo a sí misma.
Agachó la cabeza mientras cogía el vaso de agua y al inclinarlo para beber... allí estaba ella. La sorpresa la hizo atragantarse con el sorbo que se había deslizado entre sus labios y tosió escandalosamente haciendo llamar la atención de toda la cafetería y la suya también.
Entre lágrimas la vio sonreír mientras se acercaba a la mesa. Quiso devolverle la sonrisa, pero hizo un gesto extraño y volvió a toser.
Ella se sentó enfrente mientras se reía y, a la vez, apartaba su larga melena negra y rizada por encima de su hombro.
- Es que me pones nerviosa -dijo con la voz cortada antes de beber un poco más.
Ambas quedaron mirándose a los ojos y por fin pudo devolverle una bonita sonrisa y...
... Hasta ahí se sabe.
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