miércoles, 31 de diciembre de 2014

2014

¡Ya es Nochevieja! Y hoy como es costumbre debería unirme a todos los demás y hacer un balance de lo que ha sido este año 2014. El año pasado lo hice varios días antes, no podía contener la emoción, fueron muchas cosas las que ocurrieron el año pasado que tenía que expresarlas todas mes a mes. Sin embargo, este año a pesar de haber sido muchísimo mejor que el anterior pues, la verdad es que han ocurrido muchas cosas -algunas de ellas muy "raras"-, no voy a hacerlo de la misma manera. 
Quería hacer una pequeña entrada de fin de año agradeciendo a todas las personas con las que me he cruzado durante los meses anteriores y que han hecho posible que este 2014 sea maravilloso.
Han sucedido infinidad de cosas buenas, muy muy buenas, pero igualmente también ha habido cosas malas, aunque por suerte y de momento ninguna terrible -de esas se encargará la futura Laura-. He conocido gente que me ha hecho mucho bien, nuevas amistades, varios viajes inolvidables... 

2014 ha sido el año de:

- La Élite y las noches de Foster, Ribs, bolera y coreano; sin olvidar la playa, el tintito, paseos turísticos por Madrid y acantilados, un viaje de una hora para beber horchata, pero sobre todo de taekwondo.
- Mi querida Chupipandi con los de siempre y con los que puedo contar para ir a una celebración, ir a hincharnos al Muerde la Pasta o celebrar un muy divertido Halloween asustando a niños pequeños.
- Los Criminólogos con los que he compartido cenas muuuy muuuy abundantes y momentazos de muchas risas -ya sea en clase, tomando algo o de fiesta-. Y sobre todo el año de la renfe.
- ¡LONDRES! Solo puedo decir eso.
- Dormir en la playa y que al día siguiente me sirvan una horchata caliente con café y azúcar.
- Joderme la rodilla y machacarme los dedos de una patada y con una roca.
- ¡LOS DISFRACES!: he sido demonio kabuki, batman, león, loca, catwoman y duende de Navidad.
- Pasar la noche de Navidad más genial y extraña de mi vida.

Cada día de 2014 he tenido algo que contar y gracias a la gente que me rodea ha sido posible. Me lo he pasado muy bien este año y, como dice un buen amigo mío: lo mejor está por llegar. Así que pasad una buena noche y que tengáis un feliz año 2015.

viernes, 12 de diciembre de 2014

El Muro

Érase una vez una pequeña ciudad en la que construyeron un gigantesco muro de color blanco. Los habitantes de la ciudad se preguntaban cada día desde hacía mucho tiempo, desde que empezaron a construirlo, para qué era aquel muro tan enorme, pero nadie sabía contestar, y poco a poco fueron viendo como iba creciendo ante sus ojos una gran pared de un blanco inmaculado de 500 metros de alto...como mínimo.
Delante del muro había una especie de corredores de piedra, igualmente blanca, que abarcaban de un extremo lateral al otro y por donde parecía que podía pasar una persona.
Llegó el día en el que los ciudadanos por fin vieron la obra acabada: un muro tan alto que parecía llegar al cielo y tan blanco como las nubes que había en él. Ese día, el alcalde de la pequeña ciudad anunció que ese muro serviría para que todos los ciudadanos pudieran escribir en él.
"¿Escribir qué?", preguntó extrañado un hombre.
El alcalde le respondió que en el muro no se debía escribir cualquier cosa, sino que había sido construido con el fin de que todos allí escribieran sus frustraciones, pero no solo eso, sino todo aquello que no les dejara dormir por las noches, que les pesara en sus cabezas, cosas que no les hacían sentirse ni bien, ni felices.
El alcalde fue el primero en escribir y cuando terminó todos los demás le imitaron: cogieron, de unas cajas de cartón, un rotulador de color negro cada uno y se fueron al muro para empezar a escribir. A los lados del muro también habían construido escaleras para subir a cada uno de los corredores anexionados a él, y muy rápidamente el muro estaba plagado de todos los vecinos de la ciudad, cargados con un rotulador negro para dejar allí todo lo que les hacía sentir mal y les perturbaba.
Poco a poco, el día fue pasando y la gente se fue yendo a sus casas cuando el sol comenzó a ponerse y, al llegar la noche, todo estaba tan oscuro que los pocos que aún seguían allí se vieron obligados a marcharse porque no podían continuar escribiendo. 
Los ciudadanos se fueron contentos a sus casas, más libres y felices al dejar todas sus cargas allí, pero algunos seguían teniendo cosas en su interior, así que tenían pensado volver al día siguiente para escribir lo que les quedaba.
Pero cuando llegó el día siguiente y aquellos ciudadanos se pusieron delante del muro se quedaron perplejos al ver que el muro, antes de un blanco impoluto, ahora se había tornado de un color negro demasiado intenso.
Ya no podían escribir en el muro pues no había quedado ni un minúsculo hueco de color blanco en el que cupiese una letra, y no querían escribir sobre lo que otros habían puesto, además de que el negro sobre el negro...
...
Los 500 metros de pared blanca se habían convertido de un día para otro en 500 metros de negro abismo. 


miércoles, 3 de diciembre de 2014

Una noche cualquiera II

Siento una fuerte presión en el pecho que me hace despertar. Abro los ojos como puedo porque aún sigo dormida, intento mantenerme despierta, pero siento que la presión sigue ahí y que los ojos se me cierran. Pasados unos segundos, consigo despejarme y ver que todo está oscuro. He vuelto a soñar con aquella horrible noche en la que atacaron el poblado; era todo tan real, volvía a estar allí con mi madre, con mi padre y mis hermanos. Cuando echaron la puerta abajo y nos sacaron a patadas afuera estaba todo destruido: las casas y los coches incendiados, la gente gritaba, corría y lloraba. Yo también lloraba... Todos los niños vimos como aquellos hombres con metralletas y machetes mataban a nuestros padres delante de nuestros propios ojos... Para después llevarnos con ellos a un lugar lejos de allí.
Respiro hondo, como puedo, un par de veces. Soñar con todo aquello es algo normal, pero sigue dejándome si aliento: "tenía ocho años cuando ocurrió" -pienso-, "y sigo recordándolo como si fuera ayer". 
Han pasado diez años desde aquella noche, y todavía no me acostumbro a dormir entre las paredes de un barracón mal construido y con goteras; me acuesto entre desconocidos y duermo con un ojo abierto por si vienen en la noche para despertarme a golpes y arrastrarme por el suelo para violarme. "Doy gracias, hace tiempo que eso ya no lo hacen conmigo" -me digo, egoísta- "han cogido a otras niñas y oigo sus gritos cada noche; gritos iguales a los míos".
Espero en silencio a calmarme y oigo como algunos hombres pasean por entre los pasillos de camas incómodamente improvisadas. Les escucho hablar del día de mañana y parece que va a ser agotador. Con suerte podré "dormir" unos minutos más: "o podría dormir para siempre" -deseo en voz muy baja; ya no me queda nada por lo que vivir y quiero que esta vida se acabe pronto...

Basado en: 

Testimonio de Nia, una niña soldado de Liberia <https://www.youtube.com/watch?v=RiFey057Hlg 

domingo, 30 de noviembre de 2014

Una noche cualquiera I

Siento una fuerte presión en el pecho que me hace despertar. Abro los ojos como puedo porque aún sigo dormida, intento mantenerme despierta, pero siento que la presión sigue ahí y que los ojos se me cierran. Pasados unos segundos, consigo despejarme y ver que todo está oscuro. Levanto la cabeza de la almohada pero apenas puedo distinguir las dimensiones de mi habitación. La presión continúa; levanto las manos para tocarme el pecho y noto el pelo de mi gato gordo. Está durmiendo plácidamente sobre mi, pero no creo que sepa que ya no es ni tan pequeño ni tan delgado como cuando le cogimos y que ahora pesa más que una bolsa con comida. Le acaricio la cabeza mientras recuesto la mía; al rato noto que tengo la boca muy seca y que necesito agua. Cojo el teléfono móvil con la mano que tengo libre y veo que son las seis de la mañana: ¡Puff! -resoplo-, "es demasiado temprano. Todavía me quedan horas por levantarme". 
Decido ponerme en pie para ir a la cocina y beber un poco de agua. Camino a oscuras por la habitación, pero una vez en el pasillo enciendo las luces para no chocarme con ninguno de los jarrones decorativos de mi madre, que cuestan bien caros. Bajo las escaleras con cuidado de no caerme y llego a la planta de abajo donde están el salón, la cocina y el despacho de papá al que no quiere que entre nadie. 
Una vez en la cocina, abro la nevera y veo que esta a rebosar de comida: "Mañana me haré un buen desayuno"  -pienso. Pero yo ahora quiero agua y no veo que esté por ninguna parte: "Ahora tendré que cogerla del estúpido grifo". Estoy enfadada porque mis padres no se hayan acordado de meter agua fría en la nevera. Hago ruido al coger el vaso, el agua y al beber, y cuando lo dejo veo que se ha hecho una fina grieta en la base de cristal.
Voy apagando luces según vuelvo hacia mi habitación: voy por el pasillo, subo las escaleras, camino por el otro pasillo y llego a mi habitación, todavía a oscuras. Me meto en mi enorme cama de un salto y me adentro entre las sábanas. Noto que mi querida y mimada bola de pelo sube conmigo a la cama. Las mantas han guardado el calor y siento que voy a seguir durmiendo muy a gusto.


lunes, 24 de noviembre de 2014

Golondrinas


Una golondrina enferma de pena si no la dejan volar, porque una golondrina nació para ser libre y ese es su sueño: volar, volar alto y volar lejos.
Una bella y pequeña golondrina de cabeza, nuca y alas azules y buchón blanco que al alzar el vuelo con ligereza se transforma en una majestosa figura. 
Eres pequeña y aún así haces grandes las cosas: extraordinarias son tus filigranas en el aire y sobre el agua.


Te harás libre, te harás grande.

A la sombra

Vivo a la sombra de un gran árbol. Es mío y es gigante y hermoso, repleto de hojas de un intenso verde esmeralda, con una frondosa copa que recibe toda la luz del sol brillante y se nutre de energía para estar aún más bello. Sus ramas se propagan por el cielo entrelazadas unas con otras en preciosa armonía y hacen que sus hojas se acaricien entre ellas con ligereza y dulzura. Pequeños rayos de sol se filtran por entre los huecos que el follaje deja pasar hacia el suelo. El imponente tronco de oscura madera se erige con fuerza hacia el infinito desde sus poderosas raíces arraigadas al glauco lecho de hierba fresca. Mi árbol es joven y sano, y más alto que ninguno que haya a su alrededor, sobresale por encima del resto. Es mi árbol y mi hogar y vivo a su sombra. Y todos aquí me conocen porque vivo a la sombra del gran árbol y nada más...


viernes, 17 de octubre de 2014

Querido Diario

¡Por fin has llegado! Cuantas ganas tenía de verte, te he estado echando de menos desde la última vez que te vi. Ya sé que fue ayer por la noche, mientras estabas tumbada en la cama, pero no te imaginas lo mucho que me alegro de poder volver a estar contigo.

Mmm... 


Te noto distante. Estás triste se te ve en la cara. Además, has estado llorando. ¿Qué te ocurre? Ya sabes que a mi me lo puedes contar, que jamás diré nada.


Entiendo... Vaya... Eso es un grave problema...


Me encantaría ayudarte, creo que lo sabes. Pero poco puedo hacer. Si estuviera en mi ser poder cambiar tus lágrimas por risas... Es difícil para mi ver como cada noche me cuentas tus problemas y no poder hacer nada por ayudarte.

Solo sirvo... Para que puedas desahogarte, para que seas capaz de conciliar el sueño, soy ese "valium" que te ayuda a dormir.  Tienes demasiadas cosas en la cabeza pero cuando estás conmigo se te van, te abandonan y por fin te veo sonreír. Y me cuentas algo bueno del día y también tus más preciados secretos.
Confías en mi, y confías además en que lo mantenga a salvo, todo esté a salvo. Hay muchas cosas guardadas aquí que espero llevarme conmigo hasta el momento en que no me necesites.

Mientras tanto... Sigue escribiendo.



martes, 14 de octubre de 2014

Pesadillas

Cuando sueño contigo, son pesadillas. Pero te echo en falta cuando no apareces. Y cuando estás el sueño me abruma y no puedo salir de él. Porque aunque estás ahí, me siento sola, y la oscuridad se asoma, invadiéndolo todo como una espesa niebla. Y no me deja ver. No me deja verte.
Esas son mis pesadillas.
Cuando sueño contigo, son pesadillas. Eres el monstruo que aparece, el monstruo que me atormenta. Y lo arrasas todo a tu paso, dejando únicamente caos y nada más. Devoras a mis amigos, devoras a mi familia... Solo quieres que esté contigo, viviendo en ese mundo alejado de todo.
Esas son mis pesadillas.
Cuando sueño contigo, son pesadillas. Te conviertes en muchos, en todos mis males. Tienes la voz de todos ellos, y me haces sufrir. Deseo despertarme mientras me gritas y acosas. Suplico despertarme, pero nadie viene a por mi, porque tu eres todos y no vas a sacarme de allí.
Esas son mis pesadillas.

Pero el soñar tanto contigo me hizo descubrir que ya no tengo miedo. Y mis pesadillas, son solo un sueño de muchos otros.




sábado, 4 de octubre de 2014

Es un momento

-¿Por qué hoy? ¿Por qué justamente hoy? -dijo con voz susurrante mirando al profundo vacío de los ojos a quien le devolvía la mirada-. Llevas años observándome, lo sé. Pero hoy tenía que ser el día... No es justo.

-Nada en esta vida lo es-.

Tosió una última vez antes de que su cabeza cayera al suelo, le quedaba poco tiempo y quería seguir consciente hasta el último minuto que le quedara de vida. Cerró los ojos dejando ir su alma lentamente, pero los abrió al notar que quien estaba a su lado se agachaba para estar más cerca de él. Asqueado, movió su cabeza, pues no quería contemplar la mirada oscura de quien se postraba junto a él; sin embargo, como si de dos imanes se tratara, volvió los ojos hacia la sombra que estaba a su lado y miró los suyos. Era extraño, pues donde antes había oscuridad, ahora veía su reflejo, mirándole desde unas pequeñas ventanas que se habían construido en el rostro de la misma Muerte, y ahora se devolvía la mirada con arrogancia.

-¿Qué has hecho? -le preguntó desconcertado-. ¿Por qué me haces esto? Me queda poco tiempo y aquí me encuentro, tirado en el suelo, mirándote a la cara y viéndome en ella como un ser desagradecido y altanero. ¿Crees que merezco esto?

-Eres tú, que recibes ahora, a punto de morir, lo que diste durante toda tu vida. Este es el momento de verte a ti mismo, tal y como fuiste -le contestó la Muerte sin apartar su oscuro rostro y sus cristalinos ojos del moribundo.

-Jamás fui así. Me duele mirarte. No me reconozco en ese que muestras.

-Porque jamás te viste, porque fuiste humano. Pero ahora no lo eres. Ya no. Y podrás verte; verás como has sido durante toda tu vida, y ese será tu castigo por toda la eternidad.

Perplejo, luchaba consigo mismo: por un lado, no quería mirar más a la Muerte a los ojos porque ver la crueldad de sus actos le oprimía el pecho y le hacía sufrir, y por otro, sabía que si se abandonaba, allá a donde fuera se vería igualmente y el dolor y el sufrimiento causados a todos aquellos a los que había conocido en vida, volverían para atormentarlo en la muerte.

-¡Sálvame! -gritó con un último aliento de esperanza-. ¿Cómo puedo no sufrir?

-No puedes -la Muerte se le aproximó hasta estar completamente sobre él, hasta tener los ojos frente a los del hombre que, atemorizado, comenzó a gritar de dolor-. Debiste salvarte mientras estabas vivo.

Y los gritos cesaron cuando la Muerte se abandonó encima del cuerpo inerte que había en el suelo, y se llevó consigo el alma de aquel hombre, que aprendió tarde que la vida es un momento del que hay que disfrutar respetando a los demás.

martes, 9 de septiembre de 2014

¿Cómo eres?

Reían. Todos reían a su alrededor, pero las risas nunca escapaban de sus labios. Lo único que brotaba de ella eran lágrimas, lágrimas al ver y al saber que esas risas las provocaba ella. A pesar de ser una sombra, de querer ser ignorada, para que las risas cesaran, no lo conseguía, sino que las aumentaba. 
Pasaron de las risas a las burlas y de ahí a las mentiras. Luego llegó el desprecio y con él un dolor intenso proveniente de empujones y arrebatos de histeria que los demás profesaban contra ella. 
"¿Por qué?" -se preguntaba, si nunca le había hecho nada a nadie. 
Y la respuesta apareció en su mente, se posó como un pájaro lo hace sobre una rama: ligero, suave y dulce: "porque no soy como ellos, porque jamás le haría esto a otra persona, porque nunca me reiría de nadie, ni me burlaría de él, ni mentiría sobre él; tampoco le despreciaría, ni mucho menos le empujaría ni descargaría mi histeria en esa persona". 

Y...¿cómo eres?

STOP BULLYING!

jueves, 14 de agosto de 2014

Scared of Lonely

La gente que me conoce, aunque sea un poco, sabe que mi cantante favorita es la Reina de todas las Divas, cuya piel es color oro, cuyos ojos castaños desprenden una intensa mirada capaz de cautivar a cualquier persona, cuyo estilo sobre el escenario es, simplemente, increíble y escandalosamente brillante y cuya voz es gloriosamente perfecta, nadie puede compararse a ella y nadie es capaz de imitarla...solo podría estar hablando de Beyoncé, por supuesto. Podría decir miles de cosas más sobre ellas (y ninguna mala), pero no voy a alargar mi devoción por ella y voy directamente a lo que me ha llevado a redactar esta introducción.

Una de las canciones que más me gustan de ella, que más me conmueve y a la vez me llena de fuerza por la música, la letra y, sobre todo, por su voz, es "Scared of Lonely", que hoy voy a dejar escrita aquí para que podáis leerla y también escucharla. Creo que todos nos hemos sentido así [como describe la canción] en algún momento de nuestra vida, queriendo que nos abracen, queriendo solamente eso, en especial cuando nos sentimos abrumados por una soledad inminente, esas situaciones de duda en las que no sabemos qué va a ocurrir. 

La música es un grandioso aliado para expresar sentimientos, la música es, en mi opinión, el arte más conmovedor que existe y el que nos puede hacer llorar porque, si bien es verdad que hay gente que se emociona viendo una pintura o una hermosa escultura esculpida en mármol mientras otras personas pasan impasibles por delante de ellas. Pero la música llega a nosotros de otra manera, mucho más profunda y más intensa. 

Y esta canción quiero compartirla hoy aquí. Espero que disfrutéis de su actuación en Las Vegas y del enlace de su interpretación original del disco "I am Sasha Fierce":  https://www.youtube.com/watch?v=w2bE_Lx3Kbo.



"Scared of Lonely"

I'm in this fight, and I'm swinging and my arms are getting tired 
I'm trying to beat this emptiness but I'm running out of time 
I'm sinking in the sand, and I can barely stand 
I'm lost in this dream, I need you to hold me 
I'm scared of lonely 
I try to be patient, but I'm hurting deep inside 
And I can't keep waiting, I need comfort late at night 
And I can't find my way, won't you lead me home 
Cause I'm lost in this dream, I need you to hold me 

I'm scared of lonely 
And I'm scared of being the only shadow I see along the wall 
And I'm scared the only heartbeat I hear beating is my own 
And I'm scared of being alone 
I can't seem to breathe when I am lost in this dream, I need you to hold me 
I'm scared of lonely 
I'm scared of lonely

I'm scared of lonely, lonely, lonely, lonely.... 

I need your strength when nobody is around 
'Cause I'm tired of this emptiness, I think I'm drowning 
I can't be lonely no more 
Cause I'm lost in this dream, I need you to hold me 

I'm scared of lonely 
And I'm scared of being the only shadow I see along the wall 
And I'm scared the only heartbeat I hear beating is my own 
And I'm scared of being alone 
I can't seem to breathe when I am lost in this dream, I need you to hold me 
I'm scared of lonely 
I'm scared of lonely.....

Y el mundo...

Y el mundo está ahí, y grita y es un caos, es tu caos, y lo odias, no lo soportas. Ves una salida, te preguntas: "¿veo una salida?" Y no la ves, y no la ves. Y otro día, y otro día tras otro. Pasan las horas, y te quedas estancado en un mundo, ese mundo caótico, porque a tu al rededor solo hay ruido, y malos sentimientos. Porque te rodeas de malos sentimientos, y te preguntas: "¿por qué?" Y quieres hallar la respuesta; realmente, ¿quieres? Y sabes que quizás no es buena idea hallar la respuesta. ¿Quién es la respuesta? "Mírate al espejo", te dice el mundo, por completo te lo dicen ellos. "NO". Te gritan. "¡ESCAPA!" Te dices. Y ¿a quién haces caso? Al mundo, por supuesto. Porque sino se volverá en tu contra, y ¿quién quiere vivir contra el mundo? Los que viven contra él no sobreviven en la sociedad. Y te conviertes en la marioneta de algunos que solo quieren tocarte, disfrutar de ti, abusar de ti. Y lo consientes, lo toleras. Te dejas llevar por ellos, los fuertes, los listos. Porque el mundo es así, y quién hace al mundo ¿Quién hace este puto mundo? "Las personas", piensas. Lo sabes. Todas iguales, todas.
"Escapa".

lunes, 28 de julio de 2014

Palabra de Dios

- ¡Habéis mentido! ¡Habéis mentido e injuriado! Mirad a vuestro al rededor, mirad a quien tenéis a vuestro lado a los ojos. Es vuestro hermano o vuestra hermana, vuestro padre o vuestra madre, un amigo, un compañero, un vecino, es vuestro hijo o vuestra hija. ¡Miradles!, hacedlo y preguntaos si les habéis mentido. Y ahora pensad que aquel que está a vuestro lado y al otro y el de más allá, ha mentido y ha mentido sobre el que está a vuestro lado y ha mentido al que está a su lado y os ha mentido a vosotros también. Y tenéis el valor de creeros todavía que está bien mentir. ¡No aprendéis y no lo haréis nunca! El hombre tiene que aprender a ser puro, a ser fiel, a ser honesto, a ser bueno. Pero el hombre no es bueno, ¡no lo sois! -el sacerdote detuvo su perorata para carraspear, tragar saliva y soltar aire junto a un leve bufido mientras las gotas de sudor le caían por la frente y resbalaban por el rostro-. El hombre es el único animal que tropezará hasta la saciedad con la misma piedra, ¡y no verá jamás su error! -Concluyó el sacerdote, agitado.

Le había costado concentrarse en el discurso mientras lo recitaba en voz alta; ya era algo mecánico a lo que estaba acostumbrado, pero se sentía aliviado de haber terminado por fin de leer su discurso, tratando de entonar cada frase que decía con su terrible y amenazadora voz, inconfundible. Era único redactando reprimendas que después gritaría el domingo en la iglesia cristiana a más de una veintena de personas que se concentraban allí solamente para escuchar que eran malos y que, a pesar de ello, Dios les perdonaba, pero les perdonaba a cambio de ir allí a que el sacerdote les gritara y de que alabaran su nombre con cánticos y oraciones sobre lo magnífico que era, y también a cambio de unos cuantos billetes de dólar que debían echar al cepillo que los monaguillos se encargaban de pasar.


- ¿Qué te parece, Kelly? ¿Te gusta? -preguntó el sacerdote con voz entrecortada, más calmado, pero todavía acelerado. Había estado interpretando su discurso mientras Kelly le..."escuchaba". Hoy le había tocado a ella estar con el sacerdote porque Cindy estuvo con él el día anterior y Jessy estaba atendiendo la barra.

Kelly respondió con un sonido que, en su situación, podía ser de afirmación o simplemente que estaba haciendo su trabajo. El sacerdote inclinó la cabeza hacia atrás a la vez que soltaba un estruendoso gemido que solo podía indicar que su visita allí había concluido.

Palabra de Dios.


...

lunes, 14 de julio de 2014

¿Hablamos?

Los dos se quedaron hablando durante largas horas sentados en el sofá. Ambos con una copa de alcohol en la mano que en ocasiones dejaban reposar sobre los posavasos que había colocados en la mesa. La fiesta se había acabado hacía ya tiempo, pero los dos se encontraron muy a gusto charlando. Se habían conocido esa misma tarde, desde el momento en que ella entró en el salón de su casa, él se quedó mirándola hipnotizado por sus ojos, su pelo, su sonrisa...y sus curvas. Sus perfectas curvas, lo que haría él en ellas si le dejara. Entonces no lo dudó un solo segundo y se adelantó a todos los demás para ponerse a hablar con ella, quería ser el primero en hacerla reír con algún comentario, ver su ceño fruncido al contarle alguna anécdota de su vida pasada y ser el primero en verla sonrojarse tras decirla lo preciosa que era. Y así fue...
Allí estaban, riendo y hablando cómodamente. Las horas les parecieron minutos y los minutos segundos, y ninguno de los dos quería despedirse aquella noche, pero ya había llegado el momento de que ella se marchara.
Sin embargo, allí no quedó la cosa, y al día siguiente quedaron para hablar un poco más. Y al siguiente. Y al otro...Quedaron durante muchos días, y los dos querían seguir viéndose otro día más. Y así se les pasaron los meses.
Pero cuanto más hablaban más se les agotaban los temas, y las risas iban a menos, las anécdotas diarias disminuían, las expresiones de complicidad se transformaban en muecas de desinterés. Cuando estaban juntos los minutos se convertían en horas y las horas en días. Ella seguía siendo preciosa, pero no cuando estaba con él. Y él había dejado de hacerla reír, pero todavía era gracioso cuando ella se marchaba.
Y un año después, en una fiesta similar a la misma en la que se conocieron, ambos se quedaron los últimos, como aquella vez, pero ahora en un incómodo silencio. Esperando a que uno de los dos comenzara una conversación, pero ya no había palabras entre ellos, no fluían. Así que él se removió incómodo en su asiento y ella lo notó, y vio la señal clara. Se levantó del sofá tras dejar su copa de alcohol sobre el posavasos que había encima de la mesa y fue hacia la pared, se acercó al interruptor de la única luz que había encendida en la casa...y lo apagó.

Viaje constructivo

Bueno, bueno. Ya estamos de vuelta después de una gran semana de vacaciones. El destino: ¡LONDRES!
La experiencia ha sido...interesante. Y sí, os voy a aburrir un poco y os voy a contar de qué me ha servido ir allí.
Comenzando por el principio...

-Porque comenzar por el final queda un poco raro.

Ya empezamos. En fin. 

Tras un vuelo corto pero intenso -podría decirse que era la primera vez que montaba en avión porque en realidad, la primera vez fue hace eones y apenas la recuerdo-, he descubierto que me aterran los despegues; y una vez fuera de peligro y a salvo en tierras lejanas, lo primero de lo que me doy cuenta es que en Londres no hay ingleses, todos son indios. 
Llegamos allí muy pronto, por lo que tuvimos toda la mañana para movernos por el centro de la ciudad. Muchísima gente, por todos lados, es como estar por el centro de Madrid en Navidades todo el tiempo; muy agobiante. A eso súmale que...¡conducen al revés! Un caos. ¡Qué caos de ciudad! Tengo la impresión de que conducen como locos, un capítulo de Mr. Bean conduciendo constantemente. Allí lo más normal es que la gente muera atropellada por algún taxi gigante o un autobús de dos pisos.
Como es lógico, teníamos que ir a un Burger King a comer y, sobre todo, beber los trescientos mil tipos de bebidas que tienen allí: Fanta de limón, de mango, de cereza, Coca-Cola de vainilla, de naranja, con lima, Dr. Pepper, Powerade de fresa, de frutos... y muchos más.
El segundo día comenzamos a ver monumentos, los típicos monumentos: la Abadía de Westminster, the Big Ben, el palacio de Buckingham, the London Eye, the Monument, la catedral de St. Paul, the Tower Bridge, la Torre de Londres... Conclusión: me parecieron muy pequeños, por lo menos algunos de ellos. Yo creí que el Big Ben era muchísimo más alto y en realidad no, me gustó más el Parlamento en sí. El palacio de Buckingham...más de lo mismo; el Palacio Real de Madrid es muchísimo más grande. The Tower Bridge lo recorrimos cinco veces y las cinco me pareció igual de chato. Quizás sea cosa mía, pero en edificios...andaban escasos de material cuando los hicieron. Eso sí, los parques preciosos, tienen muchísimos y me encantaron.
Por cierto, ¡tienen cuervos! En Madrid no hay cuervos, hay urracas, y nunca había visto uno hasta la semana pasada. ¡Qué grandes son! Y las ardillas son monísimas, y los pajaritos unos ladrones. El tercer día fuimos a King's Cross, a Candem y al Zoo. Del Zoo me encantó un apartado que tienen solo de mariposas, precioso porque se te posan encima y puedes tocarlas, es increíble. 
El cuarto día...bueno. Asombroso. Y hasta aquí puedo leer.
El quinto día visitamos museos...que me parecieron mucho más caóticos que cualquier otra cosa. ¡Cómo los niños pueden estar a día de hoy todavía en el colegio! Que crueldad... También fuimos a Harrods y vimos el monumento egipcio a Dodi y Di.
El sexto día antes de tomar el avión de vuelta a mis Madriles comimos un típico desayuno inglés compuesto por salchichas, bacon, huevo a la plancha, medio tomate a la plancha, champiñones, dos rebanadas de pan con mantequilla, judías y un café. Después de desayunar eso puedo decir que soy indestructible.

De toda la experiencia puedo sacar varias cosas en claro:
-->No es bueno formarse grandes expectativas de un lugar -ni de nada en general- porque si te decepcionan pues...acabas desilusionada.
-->Londres es una ciudad extremadamente cara y me he llevado una impresión, quizás no muy buena de los ingleses por todo el "lujo" que les rodea. Es decir, los coches que tienen son inmensamente caros; en una misma calle podías encontrarte aparcados 2 BMW, 5 Mercedes, 2 Maserati y 1 Aston Martin. Mientras que conduciendo he llegado a ver 2 Rolls Royce en un mismo día y 1 Lamborgini. Excesivo...
-->Un punto a favor para ellos, y digo ELLOS porque es solo por los hombres, es que son más simpáticos y educados que las mujeres. Las mujeres son unas rancias.
-->Y otro punto para ellos es que LLEVAN TRAJE. ¡Y como les sienta de bien! Aquí también deberíais llevar traje los chicos. ¡Ganaríamos todos!
-->Ahora un punto para ellas: hacéis unas magdalenas y unos pasteles increíblemente deliciosos.
-->Algo que no me ha gustado es que no hay un puñetero cartel en castellano. Pienso que, por lo menos, en los lugares de más tránsito turístico, que menos que poner algún cartelito con más idiomas aparte del inglés. Como hay aquí, como hay en París, como hay en Roma... Allí no, allí todo en inglés.
-->La gente sale mucho a correr, lo que es genial. Me parece estupendo y lo aplaudo.
-->Son hiper patrióticos. Tienen un cariño, un amor y un respeto a la monarquía, a la reina y al país en general impresionantes.
-->El metro es horrible, y en hora punta muchísimo peor. Apenas hay espacio y tienen razón al llamarle "tubo". Ya podrían cambiarle la formita, los altos se comen el techo. ¡Adoro el metro de Madrid!

Y creo que ya. Ese podría ser un buen resumen de mi viaje a Londres. Me ha servido para desconectar de todo. No he echado de menos ni nada ni a nadie. De vez en cuando viene bien hacer escapaditas, ya no solo en verano, durante todo el año. La cantidad de estrés que se puede acumular en el cuerpo es muy grande, y mejor despacharla pronto a verse en el futuro con cuatro infartos.

¡A relajarse todos!

Dos opciones

Tener expectativas muy altas sobre algo que desconoces es cometer un terrible error. Cuanto mayores sean, más dura, fuerte y dolorosa será la realidad. Y ya he hablado de lo jodida que es la realidad, el daño  que hace y lo que se parece a caerte de una escalera -¡PAM!-, pero es lo que tenemos que vivir y a lo que tenemos que enfrentarnos día tras día.


Y es que si no tenemos el error de pensar en éstas, de soñar y, además, de hacerlo a lo grande...¿qué nos queda? ¿Qué hacemos entonces? ¿Vivir la realidad que odiamos, con los pies en la tierra y sin hacer volar la mente, sin sentir esa efímera felicidad que podría hacerse realidad y sentir el doble de alegría al ver nuestro sueño realizado?

Pues si os habéis caído de la escalera un millar de veces, habéis sentido suficiente dolor, tanto que rechazáis todo aquello que os pueda hacer ver que corréis un mínimo peligro de volver a experimentar el fracaso, la pena, el desgarro...sí

En la vida hay dos opciones para afrontar la realidad:

*Esperar lo inesperado*
ó
*No esperar nada*

martes, 1 de julio de 2014

Vacaciones

Os he mimado demasiado este mes de junio. Muchos temas, muchas historias, muy pocas reflexiones pero alguna ha habido. Esto pasa por estar de vacaciones y aburrirse en exceso por las mañanas, tardes y noches.

-Y porque no habéis leído su diario...de la olla está.

Buenooo, ya empiezan...

-Ni en vacaciones vamos a dejarte tranquila :D

Señor, que suplicio con ellas.

En fin, esto no es nada en realidad. Ni un cuento, ni filosofía de vida...ni siquiera divagaciones. Por un día me apetecía escribir sin más. Sin nada que decir ni anunciar que sea trascendental.

-¿Trascendental? ¿Tu crees?

Y así tooooodo el día. ¡Áis, callaos! Quiero creer que en algo o en alguien influyen.

-Sí, sí...

Ignóralas, ignóralas, ignóralas... 

Quería aprovechar para despedirme, que servidora se marcha de vacaciones. Tengo muchas, muchísimas ganas. Ya contaré qué tal me ha ido la experiencia, pero sé a ciencia cierta que me lo voy a pasar genial y que las risas están aseguradas. 
Con quienes voy lo merecen.

¡Felices Vacaciones!

sábado, 28 de junio de 2014

Locos (II)

-Y me di cuenta de que no podía vivir en un mundo lleno de "y si", que era lo que hacía. No podía hacerlo porque no estaba viviendo en realidad. 
-Te centrabas tanto en lo que podía pasar que no vivías el presente.
-Exacto. Sí, exactamente. 
-¿Y cuándo te diste cuenta de eso?
-Lamentablemente, por un suceso desgarrador en mi vida. Pero eso hizo que me replanteara por completo cómo estaba viviendo. El momento en el que no tienes nada, ningún motivo por el que levantarte cada mañana porque te da miedo, te asusta salir a la calle porque "y si me atropella un coche" -exagerando un poco la teoría- aunque realmente llegué a pensar de ese modo. 
-Increíble.
-Nuestra cabeza, nuestra mente es un arma de doble filo. Nos puede hacer sentir bien, ser los amos del mundo, ser las personas más fantásticas y maravillosas que hay sobre la faz de la Tierra. Pero también nos puede hundir en la más absoluta miseria, y pintarnos como el ser más despreciable del mundo.
-¿Y en qué punto de tu vida estás ahora?
-Estoy bien. Estoy en el medio, quizás todavía recuperándome. Pero poco a poco de todo se acaba saliendo.
-Me alegro de que estés en ese punto. Muchas gracias por hacerme esta visita.
-Gracias a ti por llamarme.

"Ambos se despidieron con un fuerte apretón de manos. De una esquina salió un hombre de tez mortecina, vestido con ropas pulcramente limpias y blancas. Tenía ese olor que desprenden ligeramente los útiles médicos, a desinfectante. Agarró del brazo al paciente y se lo llevó por una estrecha puerta que había en el rincón de una de las paredes del estudio del psiquiatra. Este ojeó por última vez su ficha clínica y se paró a contemplar su foto de archivo durante unos segundos.  "El cambio que ha dado es espectacular", pensó el psiquiatra. Después se levantó y se dirigió al archivero metálico para introducir la carpeta con los informes del paciente en su cajón correspondiente, y con un fuerte empujón, lo volvió a cerrar."

viernes, 27 de junio de 2014

Preocupaciones innecesarias

Soy una persona que se preocupa mucho por cualquier cosa. Pienso demasiado, más de lo que debería, en lo que pudiera suceder si se hacen determinadas cosas.

Así no se puede vivir.

No, porque pienso en cosas que hacen que me preocupe. Y la mayoría de las veces no ocurren, por lo que me he preocupado a lo tonto, he perdido el tiempo y, para colmo, me he puesto triste, seria y de mal humor.

#BRICONSEJO. No os preocupéis demasiado por lo que pueda ocurrir. Lo que tenga que pasar, pasará. Es mejor vivir sin preocupaciones innecesarias que amargarse los días pensando en lo que podría suceder y no sucede.


viernes, 20 de junio de 2014

Que será, será...

Llevo bastantes días escribiendo relatos, diálogos y reflexiones -algo que me encanta y que por supuesto seguiré haciendo-; pero hoy voy a cambiar. Hacer todos los días lo mismo cansa y entristece, sobre todo si escribes cosas que dan ganas de tirarte por una ventana para comprobar si planeas o caes a plomo. Entenderéis lo difícil que es para una loca ponerse en la piel de un cuerdo que escribe cosas sobre locos. Agotador.

He visto que en muchas redes sociales aparecen como una especie de test -supongo que serán test porque nunca lo he comprobado- que te dicen qué superhéroe eres, o qué personaje de GOT sería, o incluso, qué color. Y eso me ha dado que pensar -que se me da estupendamente mal-: ¿Tan poco nos conocemos a nosotros mismos que tenemos que dejar que un test de Internet nos diga qué color somos? 

No necesito que un test de forocoches me diga que como villana me parecería a Jafar , que en otra vida fui prisionera de Vlad Tepes y que si fuera un animal sería un bonito cangrejo basándose en mi personalidad. ¿De verdad soy capaz de creerme que sería un cangrejo? Pues vaya personalidad de m**rda...

Los niños pequeños no necesitan preguntas: ellos eligen el personaje que más les gusta y creen que son él. Podríamos cambiar los roles alguna vez, ¿no?
Insto a que reflexionéis sobre vosotros mismos. Si no os conocéis vosotros bien, nadie lo hará mejor. Aunque si no os convence pensar que como superhéroe seríais La Hormiga Atómica, preguntad a alguien que os conozca y os saque de dudas; claro que si me dice que me parezco a Kingpin me gustaría saber por qué -por curiosidad-.

Yo, personalmente, reconozco que como animal sería una cebra que serviría de comida de algún león.

Mientras pensáis todas las cosas que seríais, y como lo del color me pareció muy curioso, aquí tenéis una bonita tabla de colores para que comprobéis cuál seríais. Sin necesidad de test. ¡Totalmente GRATIS!

martes, 17 de junio de 2014

Caperucita o el lobo

"De quien hay que tener miedo no es del lobo, sino de Caperucita"


Preciosa frase, ¿verdad?
Si nos paramos a pensar en ella cobra todo el sentido, o por lo menos todo el sentido que queramos darle.
Ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos como nos los pintan, al fin y al cabo...
En todas las historias hay dos personajes clave: la chica que aparenta pureza, desvalida, que necesita de un caballero andante que la salve; y el malo que se volvió malvado por un motivo que si llega a estudiarse acabas por simpatizar con él, o por lo menos empatizar. 
Pero ella es el villano, acabará siendo el villano, y el papel le irá como anillo al dedo.

Pobre lobo... Trató de comerse a Caperucita por necesidad y al final fue ella quien acabó hincándole el diente a él -y llevando sus pieles-.
A más de una le gustaría entrar en la boca del lobo, bueno, más bien que la boca del lobo entrara en ellas.
¿Quién quiere besar a la rana para que se convierta en príncipe azul que termine siendo el princeso del cuento? Las princesas eligen al malo. Les da más morbo.

¿Y el final real de la historia de Caperucita cuál es?
Después de que el Cazador matara al lobo por ella, Caperucita se soltó la melena con él una y otra y otra vez...en casa de la abuelita :)

lunes, 16 de junio de 2014

Locos (I)

-Creen que estamos locos
-¿Quiénes lo creen?
-Los que están fuera de estas paredes.
-¿Crees que se equivocan?
-No. Pero no somos los únicos que estamos locos. Allí fuera también lo están. El mundo está loco, ¿no cree?
-No me hagas preguntas a mi.
-Porque está loco, como todos los que estamos aquí dentro.
-No, porque el que hace las preguntas soy yo.

"Guardaron silencio durante un largo periodo de tiempo. Había tensión entre ambos, se sintieron como si estuviesen echando un pulso, y el que hablara antes era el que perdía. Pero el psiquiatra no estaba allí para perder el tiempo, y después de meditarlo unos segundos fue quien dio el paso."

-Cambiemos de tema.
-Usted dirá.
-¿Por qué crees que acabaste aquí?
-Me hace esa pregunta todos los días.
-Y todos los días me das una respuesta distinta.
-Acabé aquí por estar loco.
-Ayer me dijiste que acabaste aquí por estar cuerdo.
-¿Qué diferencia hay?
-Bastante.
-Ni los locos están tan locos, ni los cuerdos están tan cuerdos.
-¿Y tú cómo estás?
-Volvemos al tema de antes. Yo estoy aquí dentro porque me consideran "inestable", o en otras palabras, loco. Pero le repito que todos lo estamos, hay momentos de locura y momentos de cordura. El problema realmente llega cuando esa locura o cordura es desmedida. Cuando desborda y se pasa de los límites establecidos por esta sociedad de cuerdos y locos estables. En ese caso, te encierran en un sitio como este. Pero créame cuando le digo que hay más tarados fuera de estos muros que dentro.
-Me acabas de dar la clave.
-Era lo que quería. Acabé aquí por estar demasiado cuerdo, pero también por estar demasiado loco. Y no me supe controlar.
-Muy bien. Creo que es suficiente por hoy. Gracias por venir.
-Fue usted quien me llamó, yo no hubiese venido por voluntad propia.

"Y aquellas palabras resonaron por todo el estudio mientras el ayudante se llevaba al paciente de la sala. El psiquiatra miró su historial y rellenó el formulario de aquel día respecto al hombre que acababa de abandonar la habitación. "No saldrá de aquí nunca con ese pensamiento", se dijo el psiquiatra en voz baja, pero en realidad sabía que ese hombre no estaba tan equivocado en su razonamiento: "Nadie se salva de rebasar los límites."."

jueves, 12 de junio de 2014

Madrid

Eres preciosa, con tus luces y tus sombras. 
Da igual el momento, da igual el lugar: en cada estación te tornas más bella. Tus inviernos gélidos, que nos hacen buscar el calor de las gentes; y tus veranos abrasadores que nos conceden la voluntad de permanecer en soledad.

Eres cambiante, eres voluble. 
Te adaptas a los tiempos, pero te mantienes clásica. Me enamora como eres, cada parte aireada, cada escondite de ti: desde el edificio más grandioso hasta los restos del muro que guardaban la ciudad, desde la calle más transitada hasta el callejón más apartado, desde la plaza más concurrida, escenario de mil historias, hasta aquel rincón por el que se pasa sin saber y guarda tan solo unas pocas.

Eres misteriosa y eres mágica en cada amanecer. 
Cuando la noche se vuelve más oscura y los cantos ya resuenan en cualquier esquina. El sol comienza a despuntar por el horizonte y a bañar con su luz lentamente los edificios que te coronan. El cielo comienza a clarear el Este con ternura, no quiere despertar a la ciudad tan pronto. Pero poco a poco lo va haciendo y tú te vas levantando. Y entonces, ellos se callan y dan paso al rumor de la ciudad, al movimiento del gentío, al bullicio que se siente por donde quiera que se vaya.



El que te ve y te visita, el que te conoce y te entiende, sabe que enamoras.


MADRID